Toxina Botulínica

 

¿Qué es y cómo funciona es la toxina botulínica?

La toxina botulínica es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum. Es, en esencia, un relajante muscular periférico que ejerce su efecto a través del bloqueo directo de la transmisión entre los nervios y las fibras musculares, produciendo parálisis muscular.

¿Para qué se utiliza la TB?

La toxina botulínica es uno de los tratamientos más versátiles de los que disponemos hoy en día, y permite tratar múltiples condiciones y enfermedades.

  1. Prevención y tratamiento de las arrugas de expresión

Las arrugas faciales son consecuencia directa de la acción de nuestros músculos de la mímica. Cuando somos jóvenes las arrugas aparecen sólo cuando gesticulamos, pero con el paso del tiempo, la acción repetida de los músculos va calando la piel hasta la aparición de las famosas arrugas estáticas.

Así, cuanto más expresivos somos más profundas serán nuestras arrugas. El motivo de consulta suelen ser las arrugas, pero muchos pacientes consultan por una expresión sostenida de enojo, angustia o tristeza.

Con la toxina botulínica podemos conseguir relajar la musculatura del rostro, evitar que se formen las arrugas de expresión y prevenir el asentamiento de arrugas estáticas.

  • Arrugas horizontales de la frente
  • Arrugas del entrecejo (verticales y horizontales)
  • Patas de gallo
  • Líneas de conejo (horizontales a cada lado de la nariz)
  • Código de barras en los labios.
  • Líneas de marioneta.
  • Piel de naranja en el mentón.
  1. Tratamiento de la Hiperhidrosis (hipersudoración en axilas, manos y/o pies).
  1. Tratamiento de la hipertrofia de los músculos maseteros

La aplicación reiterada de toxina botulínica reduce el tamaño de los músculos maseteros. Esto puede utilizarse tanto con fines estéticos para afinar el rostro, como con fines médicos como en el tratamiento del bruxismo.

  1. Tratamiento de la migraña refractaria, del Síndrome Miofascial (bruxismo) y el dolor de cabeza de origen tensional. A través de la aplicación de toxina botulínica en la musculatura masticatoria, trapecios y cervical posterior.

  1. Tratamiento de las secuelas de la parálisis del nervio facial: la parálisis del nervio facial, cualquiera sea la causa, puede producir no solo la parálisis de la musculatura, sino también hiperactividad con espasmos y movimientos anormales. Aplicando toxina botulínica sobre la musculatura hiperfuncionante podemos mitigar los síntomas, mientras que aplicada sobre el lado sano nos permite simetrizar algunas zonas de la cara. Este tratamiento es extremadamente especializado y requiere de una gran experiencia y un perfecto conocimiento de la anatomía.

¿Pueden los hombres someterse a estos tratamientos?

¡Por supuesto! Sin embargo, hay que tener en consideración ciertos parámetros para evitar la feminización de los rasgos masculinos. Por otra parte, los hombres suelen tener una musculatura más potente por lo que pueden requerir dosis mayores de toxina botulínica.

infilatracion acido hialurónico

¿Cómo es el procedimiento? ¿Duele?

La duración total del procedimiento es de 15 a 20 minutos.

El primer paso es retirar el maquillaje y desinfectar la piel de la zona a tratar con una toallita de clorhexidina, tras lo cual se marcan los puntos de inyección.

La inyección de la toxina puede generar grados variables de dolor, ardor o escozor. Para evitar esto, el Dr Zárate le colocará previamente una crema anestésica en la zona a tratar y le colocará un dispositivo vibrador en su cabeza en el momento de la inyección lo que permite disminuir al mínimo el disconfort.

¿Cuánto demora en verse el efecto?

El efecto no es instantáneo. Comenzará a notar cambios entre las 24 y 48 horas posteriores a su aplicación, pero no podrá valorarse el efecto final hasta transcurridas al menos 2 semanas de la aplicación.

¿Son necesarias revisiones tras el tratamiento con toxina botulínica?

Sí, el tratamiento con toxina botulínica requiere una revisión a las 2 semanas de la aplicación.

Es importante tener en cuenta que el efecto de la toxina puede no manifestarse al mismo tiempo y por igual en todas las zonas tratadas. Así, durante las primeras dos semanas puede notar alguna asimetría y que luego desaparezca, por ejemplo, una ceja más alta que otra o más arrugas de un lado que de otro. 

A las dos semanas del tratamiento se volverá a valorar, se tomarán nuevas fotografías y se decidirá conjuntamente si precisa retocar algún punto.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios del tratamiento con toxina botulínica?

Inmediatamente después del tratamiento, todos los pacientes presentan pequeños abultamientos en las zonas de inyección superficial y piel fina (ej: frente, patas de gallo) que desaparecen por completo al cabo de minutos/horas.

Los efectos secundarios suelen aparecer durante la primera semana y ser leves. 

Efectos secundarios frecuentes (1-10% de las personas)

Sensación de tensión o dolor de cabeza, efectos locales en los sitios de inyección (molestias, moretones, inflamación, irritación o escozor). Para el tratamiento del dolor de cabeza y las molestias locales puede tomar Paracetamol de 1 g cada 8 hs. 

Efectos secundarios raros:

Se producen por difusión de la toxina al interior de la órbita y puede producir caída del párpado superior, sequedad ocular y visión doble o borrosa. Estas reacciones son muy raras en manos entrenadas.

Espasmos musculares, mareos y alergia (erupción cutánea con escozor) son otras complicaciones raras.

¿Qué cuidados debo tener luego del tratamiento con toxina botulínica?

Debe evitar tocarse o masajear las zonas de inyección.

Durante las 4 horas posteriores al tratamiento debe evitar recostarse y ejercer presión en las zonas de inyección (evite uso de cascos, vinchas y cualquier otro dispositivo o prenda que pueda ejercer compresión sobre la cabeza o la cara)

Durante las primeras 24-48 hs tras el tratamiento se recomienda evitar ejercicio físico intenso, masajes en la zona tratada, acudir a piscinas, saunas o ambientes muy calurosos.

¿Cuáles son las contraindicaciones?

Los rellenos están contraindicados en embarazo y lactancia, infecciones activas en la zona a tratar, pacientes inmunodeprimidos, enfermedades neuromusculares y alergia a la toxina botulínica.